A la hora de planear un mochileo, casi de manera automática surge el nombre "Chiloé".
Y es que la isla es el destino
obligado de la gran mayoría de mochileros que, salen cada verano a la
carretera en busca de nuevas aventuras...
Para llegar a destino, se puede hacer
con pocas lucas haciendo dedo. Claro, siempre y cuando tengas mucha pero
mucha paciencia... No es raro tener que dormir al costado de una
carretera, en un bosque o en alguna plaza de juegos debido a que te
pilló la noche y no te llevaron ó, lisa y llanamente, porque no
encontraste movilización.
Lo primero que debes saber al
emprender la travesía, es que te vas a mojar. Sí, en el sur de chile
llueve, y llueve mucho. Incluso en pleno verano. Si no te importa
mojarte, te invito a seguir leyendo.
Camino al gran destino final (Chiloé),
hay decenas de lugares maravillozos que, créanme, vale la pena conocer.
Las paradas en los destinos intermedios, además de servir para conocer,
obviamente, cumple la doble función de hacerte menos tedioso el viaje
de más de 1500 km (desde viña) hasta la isla, además de la conveniencia de pasar por alguna ciudad para reabastecerse, llamar a la familia, etc.
Mi viaje
comienza en la hermosa y turística ciudad de Viña del mar. Como
el dedo
nos es muy bueno acá en la zona central (en realidad es pésimo), tomé
un bus hasta Santiago por $3000 pesos para, desde ahí, elejir como
destino alguna ciudad sureña, en donde, ya sea más factible que te
recojan en la carretera.
Mi elección fue la pequeña ciudad de Molina,
ubicada en la VII región del maule, justo en medio de Talca y Curicó.
El valor del pasaje Santiago Molina, no supera los $ 5000 pesos (yo
pagué $3500).
En Molina se encuentra el hermosísimo Parque Nacional Radal Siete Tazas.
El viaje es de aproximadamente 5
horas. Apenas llegas a la ciudad, decenas de personas se te acercan
ofreciéndote pasajes para llegar al parque nacional, te toman las mochilas y demases. Mi consejo; obvien todas las primeras ofertas y cuida tu mochila.
Has una pausa y, siéntate en la bella plaza de armas de la ciudad. Ése
será tu "bunker". Desde este lugar, traza las líneas de tus siguientes
pasos: Pasar al supermercado en busca de provisiones y, cotizar los
precios de las diferentes flotas de buses que suben hacía el Parque. los
valores fluctúan entre los $1500 y $2000 pesos. Desde éste punto, son
poco menos de 100 km hasta el Parque, sin embargo, prepárate. Si eres
afortunado tardarás una 3 horas en recorrer el pésimo camino de ripio que se interna hacía la cordillera. Ya en el bus, tienes 2 opciones:
Quedarte en las cabañas que hay aledañas a la reserva misma, ó seguir unos 15 km más arriba hasta el Parque Inglés.
Elejí la segunda opción. En el parque inglés está el camping de la CONAF en
donde te dan información, además de varios campings más para elejir.
Hay de todo, desde sobrios campings familiares, hasta esos campings en
donde, literalmente, no se duerme...
Una vez elejido el camping e instalada
tu carpa (los valores varían entre los $1000 y $2500 pesos por noche),
tienes decenas de panoramas por hacer: Si tu intención es descansar,
puedes simplemente disfrutar de las extremadamente limpias aguas del río
claro, o bien, seguir algunos de las decenas de senderos y conocer los
hermosos lugares que ofrece el parque.
Mi elección fue algo intermedia. No me animé a seguir extensos senderos de varias decenas de km, como el que te lleva al Valle del Indio, pero
sí, recorrí varios km hasta llegar al parque en sí (¿recuerdas que ya
lo pasamos?), en donde, se encuentran las ya mencionadas Siete Tazas y
el Salto de la Leona:
Aquí te puedes bañar y nadar sin problemas. Claro, sólo si puedes aguantar sus gélidas aguas.
poco más abajo que el parque y, siguiendo siempre el único camino que hay, se encuentra en majestuoso velo de la novia:
En este lugar hay entretención
garantizada. Se puede perfectamente pasar una semana entera acá y,
siempre tendrás algo que hacer. No obstante, como mi viaje seguía hacía
el sur, lo tuve que abandonar.
Ya de vuelta en la Ciudad, llegué a la carretera (5 sur) y, ahora si que empieza lo bueno, el dedo...
Mi próximo destino era el Salto Del Laja, VIII Región del Bío bío. Luego de varias horas,
conseguí que una camioneta me llevara a destino. Sin embargo, el tiempo
pasa y, tuve la mala suerte de llegar de noche a lugar, por lo cual, no
tuve la posibilidad de buscar un camping "3B" (bueno, bonito y barato).
El lugar está bastante urbanizado por decirlo de alguna forma, abundan
hoteles y restaurantes, los cuales, hay que decirlo, no son nada de baratos...
La realidad distaba bastante de lo que me imaginaba. Ahí me encontraba,
sin conocer nada ni a nadie, sentado sobre mi enorme mochila. En un
momento, un lugareño se me acercó a ofrecerme camping por "módicos" $
6000 pesos la noche. Luego de regatear todo lo que pude, conseguí una
"gran" rebaja de $1000 pesos...luego de rechazar la "generosa" oferta
del tipo, debía actuar rápido. Me quedaría toda la noche en vela ó,
buscaría algún sitio eriazo donde acampar y pasar la noche. Opté por la
segunda opción y, armé la carpa a un costado de la carretera...Pasada la
noche y ya con la tranquilizadora luz del día, pude encontrar camping a
módicos $1500 pesos por noche. Ya instalado, literalmente, a sólo
metros de la gran cascada quedé anonadado. Las palabras sobran:
La verdad, según yo, el lugar no tiene
mucho más que ofrecer. Por lo anterior, la idea era partir temprano al
otro día. Mas, no contaba con que llovería a cántaros 24 hrs seguidas, lo cual, retrasó mi viaje.
Pasado este percance, el viaje sigue. Próxima parada Lago Todos los Santos. Caminé
casi 3 km, nuevamente, hasta la ruta 5 sur. allí, una camioneta me
llevó hasta Los Ángeles y, ya de noche (app 23:00 hrs) ´cuando ya
pensaba en armar mi carpa nuevamente a un costado de la carretera, un
camionero se apiadó de mí y me llevó hasta Puerto Varas . Viajé
toda la noche conversándole cualquier cosa al camionero para que el
susodicho no se quedara dormido. Los párpados pesaban, el chofer
"cabeceaba", las alusinaciones por el cansansio/sueño ya se hacían
presentes, pero, no se podía dormir. Es el precio que hay que pagar por
viajar de esta manera...
Puerto Varas es una bellísima ciudad que merece ser recorrida. A orillas del lago llanquihue y, frente al Volcán Osorno. La postal es francamente espectacular.
En esta ciudad, salen cada media hora, buses hacía el lago ($2000 pesos). El viaje es de poco más de 1 hora, rodeando el enorme Lago Llanquihue. Ya en el lago, hay que cruzar en lancha con
destino a los campings que se encuentran en la orilla opuesta. El valor
de la lancha es de $500 y, el valor de los campings fluctúa entre los $
1500 y $5000 pesos por noche.
Este lugar es mi favorito personal, un
hermoso lago de aguas color turquesa y, el imponente volcán osorno
reflejado en él. simplemente notable.
Acá puedes ir a recorrer los numerosos senderos que ofrece el Volcán Osorno, ir a los Saltos de Petrohué o, simplemente, disfrutar del lago.
Mi opción fue la última. Ya no daba más, necesitaba recuperar fuerzas.
Al otro día partí rumbo a mi destino final Chiloé. Para ello, tomé una micro hasta Pto Montt en
donde comenzó nuevamente el "juego del dedo". No fue sencillo, mas, ya
avanzada la tarde logré que una camioneta me llevara hasta Castro. Son aproximadamente 4 horas de viaje, sin incluir el cruce en transbordador por el Canal de Chacao que toma 1/2 hora más.
Ya en la isla misma, los mochileros pululan como hormigas por la plaza, frente a la catedral.
Esta será la última gran ciudad que visitaré en mi viaje. ¿El destino? Parque Nacional Chiloé (sector Cucao).
Me dirgí raudo hacia el Terminal Rural de
la ciudad en busca de locomoción hacía el sector antes mencionado. Sin
embargo, la diosa fortuna me tenía preparada otra sorpresa. ¡ NO SALIAN MÁS BUSES !(el último salía a las 20:00hrs)
Afortunadamente, no era el único que
me encontraba en la misma situación. Ya se hacía de noche y, la
situación se me hacía conocida; estaba en una ciudad sin conocer nada ni
a nadie.
Preguntando a los lugareños, como en
todo el viaje, tenía 2 opciones: Podía pagar una pensión por $6000 pesos
o, buscar algún lugar en donde instalar la carpa para pasar la noche.
Fue así como conocí a otros mochileros y, terminamos acampando en medio
de columpios y resfalines, literalmente, a un costado del Cementerio...Fue
una buena noche, compartimos experiencias, anécdotas de viaje y
demases. Todo muy ameno, todo muy sano, todo en muy buena onda. En la
isla, todos andamos en las mismas; DISFRUTAR !
Un vecino de una casa cercana a
nuestro "campamento" nos convidó agua caliente e incluso comida típica
chilota, en este caso, un choro zapato relleno con queso,
longaniza y jamón. Sin ser un amante de los mariscos, disfruté como
nunca una buena comida luego de tanto pan, fideos y arroz. La magia del
sur, pensé en mi interior.
Pasada la noche, un sol radiante nos
despertó. Fue como si nos conociéramos de años. Entre todos levantamos
el campamento y bajamos al centro de la ciudad en busca de víveres y
bebestibles. Ahora sí, ya íbamos rumbo a Cucao (el pasaje cuesta entre $1500 y $2000 pesos) . Al bajarnos de la micro, bajo una inclemente lluvia, a un costado del lago había ya una decena de mochileros que esperaban la lancha para cruzar al famoso camping de La Abuela (primera foto). Las hojas de Nalcas
eras eficientes paraguas para capear la lluvia, la espera de la lancha
no fue corta, sin embargo, el ambiente no estaba para echarse a morir.
Todo lo contrario, las tallas y bromas se multiplicaban entre perfectos
desconocidos, las risas abundaban y nuevas amistades florecieron. El
lugar lo ameritaba...
Luego de 15 minutos en lancha llegamos al camping ( $1500 por noche).
Ya era de noche, todos estábamos
mojados hasta el alma. Rápidamente buscamos un sitio para armar nuestras
carpas, en ese momento, mágicamente la lluvia amainó. Fueron sólo 10
minutos, suficientes para levantar nuestro campamento y refugiarnos.
Todos juntos, como dice la canción...
A este lugar iba sólo por un par de días, pero, el lugar es demasiado; Fogatas comunes en las noches, guitarreo, desfile de melones con vino 24 horas por día, aire limpio, hermosos paisajes, hermosas personas. puedes dormir o no, tú elijes...
Como bien dice un muy buen artículo acá publicado: "Chiloé, la isla mística"
En este lugar puedo decir con toda
seguridad, que hice muy buenos amigos (pronto viajarán a verme).
Simplemente tienen que ir y comprobarlo uds mismos. No se arrepentirán,
se los aseguro !
El viaje de regreso, luego de más de 2 semanas se hizo íntegramente en bus, ya no quedaban fuerzas...
Para otra ocasión quedará, la caminata de varias horas hasta Cole Cole
Fuente: http://micasaeselmundo.bligoo.cl/content/view/730542/Mochileo-al-sur-de-chile-Una-experiencia-inolvidable.html
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